¿Tomar el autobús para ir al trabajo o a la universidad? Impresionante - el transporte público es un paso hacia la minimización de su huella de carbono y es generalmente una forma de bajo costo y conveniente para desplazarse.
¿Pero qué pasa si tropiezas o te caes en un autobús?
Diferentes factores pueden llevar a que alguien se lastime mientras viaja en un autobús: pisos mojados con una resistencia al deslizamiento inadecuada, o pasos no marcados y desiguales. A veces el movimiento del vehículo en sí puede hacer que alguien se caiga, si el conductor hace una maniobra brusca. En el clima invernal, el hielo y el agua que se acumula en los zapatos de los pasajeros puede acumularse rápidamente y hacer que los escalones y los pasillos se vuelvan resbaladizos.
Los accidentes pueden ocurrir tanto si el vehículo está en movimiento como si está parado. Las lesiones de las extremidades superiores - un esguince de muñeca o un brazo roto, por ejemplo - pueden ser una lesión común, ya que las personas instintivamente extienden sus brazos para amortiguar una caída.
Si resbalas, tropiezas o te caes en un autobús, es posible que otra persona sea responsable de tus lesiones y pérdidas.
Los transportistas comunes en Nevada están obligados a cumplir con un estricto deber de cuidado. Tanto los autobuses residenciales como los turísticos deben ser inspeccionados regularmente para detectar defectos y ser operados por conductores entrenados que ejerzan diligencia en todo momento.
Pero los accidentes ocurren; a veces debido a la negligencia de un individuo, de otro vehículo, de la compañía de autobuses o incluso del municipio. Si tiene la mala suerte de resultar herido en un autobús, informe de sus lesiones al conductor tan pronto como pueda, incluso si cree que ya están al tanto del accidente.
La posición del seguro en las reclamaciones por accidentes de autobús puede ser difícil, necesitas un abogado de lesiones personales que conozca bien el paisaje. En Bighorn Law, nuestros abogados tienen la experiencia y el conocimiento para investigar su reclamo; determinar la parte o partes que han sido negligentes, y seguir adelante con su caso y ganar.
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